Luna de miel en Eslovenia

Instálese en Liubliana, donde dispondrá de todo el día para disfrutar de las magníficas vistas, pasear por sus románticas calles y conocer el lugar. Asegúrate también de descansar para todas las aventuras que te esperan. Por la noche, le recomendaremos algunas buenas opciones para cenar y un lugar romántico en el Castillo de Liubliana para ver la puesta de sol.

Tras un copioso desayuno, saldrá de nuevo a las calles de la capital. Explorando sus principales monumentos, conocerá también la historia de nuestro poeta más famoso y su pareja sentimental. ¿Quiere saber cómo acaba? Liubliana también es conocida como el paraíso de los amantes de la buena mesa, así que puede probar la cocina tradicional durante su tiempo libre o hacer una cata de vinos.

Más tarde también puedes visitar el castillo, esta vez no para ver la puesta de sol, y aprender más sobre la historia de la ciudad y buscar las montañas en la distancia. ¡Pronto las visitarás!

Salgamos a la carretera y visitemos la región del Karst, una de las más singulares de Europa. Nos adentraremos en las asombrosas cuevas de Škocjan, inscritas en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Allí exploraremos el mayor cañón subterráneo del mundo.

Después de la aventura, se dirigirá a la yeguada Lipica, donde se crían caballos blancos Lipizzaner desde 1580. Tras un posible paseo romántico en carruaje, partirás hacia la costa adriática, donde te esperará tu alojamiento.

Al pasear por las estrechas calles de Piran, una de las ciudades más antiguas de Eslovenia, se verá cautivado por historias de siglos pasados. Durante su visita, no olvide llevar gafas de sol y protección solar, ya que la región costera puede ser bastante soleada.

Tras un almuerzo campestre bajo los olivos, visite las Salinas de Sečovlje. Es uno de los pocos lugares de Europa donde se sigue produciendo sal de forma tradicional. Incluso puede recibir tratamientos termales a base de sal en pleno centro. Por la noche, podrá contemplar la puesta de sol en el mar Adriático mientras cena marisco fresco en uno de los muchos restaurantes que bordean la costa.

Tras un último desayuno con vistas al brillante Adriático, visitarás la región vinícola del Valle de Vipava. En ruta pasará por Štanjel, uno de los asentamientos más antiguos del Karst. Disfrutará de las vistas panorámicas, que le inspirarán para hacer unas fotos preciosas. Para todos los amantes del vino, organizaremos una visita a nuestros viticultores locales, tanto en Goriška Brda como en el Valle de Vipava, disfrutando de los frutos de su trabajo mientras degustan las diferentes variedades que ofrecen.

Cuando llegue a Goriška Brda, sentirá una cálida bienvenida y podrá recompensarse con un vaso de vino local y probar el famoso prosciutto de Karst o simplemente disfrutar de las impresionantes vistas sobre innumerables viñedos y pueblos en lo alto de las colinas.

Venga a disfrutar de una relajante estancia en su alojamiento con vistas a las ondulantes colinas de la Toscana eslovena. Dé un corto paseo por carreteras llenas de curvas y visite los emblemáticos pueblos de Brda de los alrededores para disfrutar de algunos platos gastronómicos, acompañados de una copa de buen vino.

Un auténtico día de ruta. Hoy emprenderá un viaje panorámico por carretera hasta la ciudad alpina de Bovec, en Eslovenia, donde podrá contemplar la sombra de espectaculares picos y explorar las impresionantes gargantas de Soča. A continuación, siga un mágico sendero junto al río Soča, que serpentea por el prístino valle.

Mientras conduce por la espectacular carretera de montaña que lleva al paso de Vršič, deténgase a admirar la cara de piedra de la "Pagana" y la capilla rusa de madera. Aquí es donde merece la pena elegir un coche con techo panorámico. Continuaremos bajando por las horquillas hasta Kranjska Gora, donde pararemos en el lago Jasna para hacer un descanso antes de llegar a nuestro alojamiento en Bled. Posible parada rápida en Zelenci. Aquí, disfrute de una cena romántica junto al lago.

Tras una buena noche de sueño, disfrute de lo mejor que Bled puede ofrecerle: una visita al Castillo de Bled y un paseo en el barco Pletna hasta la isla de la iglesia. Visite el lago Bohinj, menos concurrido que Bled pero igual de hermoso, situado en el corazón del Parque Nacional de Triglav. Suba en teleférico a la montaña Vogel, que se eleva sobre el lago y ofrece algunas de las mejores vistas del país, antes de regresar a Bled. También puede pasar una tarde romántica y relajada en Bled, explorando los lugares de interés en una excursión gastronómica o desde un SUP.

Tras una mañana tranquila, el viaje por carretera va llegando poco a poco a su fin. Disfruta de algunas de las magníficas vistas de las montañas circundantes... ¿quizá incluso puedas alargar tu roadtrip?

Nuestras sugerencias:

• Deja que tu alma se eleve mientras contemplas las impresionantes vistas del valle de Logar desde lo alto de la carretera panorámica Solčava.
• Disfrute de los épicos viajes en coche por el este de Eslovenia, donde le esperan una campiña encantadora, pintorescas ciudades y evocadores castillos.