Luna de miel en el Mediterráneo Eslovenia

Permítanos introducirle en el Mediterráneo con las colinas vinícolas de Goriška Brda, donde podrá ir directamente al alojamiento para relajarse de un largo viaje. La tarde está reservada para una cata de vinos con uno de los mejores productores de la región, y después, una cena romántica con vistas a las ondulantes colinas.

Este día explorará a fondo la llamada Toscana eslovena. Recorrerá diversos pueblos pintorescos, sin perder de vista las verdes colinas. En la torre mirador de Gonjače, echará un vistazo al mundo mediterráneo que se avecina. Más tarde visitará Šmartno para una posible degustación de aceite de oliva. Después, no se pierda un delicioso almuerzo, acompañado de un buen vino.

La tarde puede ser más relajada, o puedes seguir explorando Goriška Brda: visita el Castillo de Dobrovo o la recién renovada Villa renacentista Vipolže.

El tercer día te llevará a la costa. Llegará a una de las ciudades más románticas del Adriático, Piran. Las antiguas murallas bien conservadas y las callejuelas le encantarán con sus historias del pasado. Tras una visita a pie y un almuerzo, prepárese para respirar el aire marino en un paseo en barco de época mientras el sol se pone en el mar Adriático.

¿Hay algo más mediterráneo que un relajante recorrido gastronómico por los olivares? Combínelo con un paseo en furgonetas de época y tendrá la mitad del día perfecta para el romanticismo.

La tarde está reservada para relajarse en el hotel junto al mar. Pero si aún le queda energía, adéntrese en el mar con una tabla de paddle surf o un kayak. Te sorprenderá el mágico paisaje que puedes descubrir a la vuelta de la esquina.

¿Sabía que Piran creció con la ayuda de la sal? Visitaremos las salinas de Sečovlje, una de las últimas que quedan en el Mediterráneo y que aún mantienen la tradición de 700 años de producir sal a mano. Allí también podrá relajarse en un balneario de talasoterapia, que obtiene sus minerales directamente de las salinas.

Después de comer, regístrese en su alojamiento de Portorož. Conozca la animada localidad veraniega dando un paseo o desde la comodidad de su habitación. Puede pasar la tarde a su aire o visitar una piscifactoría y aprender sus secretos en una clase de cocina. Si le apetece algo más aventurero, las olas del Adriático están siempre abiertas para una aventura con un SUP o un kayak.

Tómese este día para disfrutar de las vistas, relajarse y pasear por la costa. Puede hacer una excursión a Koper y sus bonitos pueblos circundantes, o tomarse una taza del mejor capuchino Illy, justo donde empezó todo: en la ciudad italiana de Trieste. No hay más que cruzar la frontera eslovena.

Pase la tarde tomando el sol junto a la playa o disfrute de un romántico almuerzo campestre entre olivos.

Abandonará la costa, pero aún no el mundo mediterráneo, al atravesar el magnífico Karst. Allí visitará la cueva de Postojna, la más famosa de Eslovenia. Admire sus preciosas formaciones desde un viaje en tren subterráneo, y no olvide acurrucarse, la temperatura en el interior ronda los 10 °C (o simplemente lleve algo de ropa extra 😀 ). Puede que incluso veas una cría de dragón.

Tras la mágica visita del metro, continúe su camino hacia Liubliana, donde nos tomaremos el resto del día con calma, disfrutando de una buena comida o de una posible cata de vinos tras un recorrido a pie por los lugares más destacados de la ciudad.

Por desgracia, todo lo bueno se acaba, pero para que su vuelta a casa sea lo más despreocupada posible, podemos organizarle un traslado al aeropuerto de Liubliana, desde donde dejará Eslovenia con recuerdos para toda la vida.

Nuestras sugerencias:

• Más de Liubliana con un paseo en globo aerostático
• Prolongue su estancia en cada alojamiento para disfrutar de días aún más relajados y tranquilos
• Diríjase al norte: visite la otra parte famosa del país con el mundo alpino